Díaz-Canel y Lis Cuesta lucen orgullosos el emblema del imperialismo ruso

Día-Canel y su esposa con la lenta de San Jorge.

La cinta de San Jorge creada por Catalina la Grande es hoy símbolo de la propaganda moderna y del expansionismo ruso. Fue ampliamente utilizado por los separatistas prorrusos en Ucrania en 2014 y por las tropas invasoras del 2022.

El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel y su esposa, Lis Cuesta, se pasearon por Moscú con una cinta de San Jorge en la solapa. Ella lució una más abultada.

El emblema bicolor, negro y naranja, originalmente asociado a la Orden Imperial de San Jorge, fue creado por la emperatriz Catalina II en 1769, durante la guerra ruso-otomana.

El lema de la insignia “por el servicio y el valor” distinguía la guerra de conquista que terminó con la ocupación rusa de Crimea, parte del norte del Cáucaso, y otras tierras sureñas, en uno de los doce enfrentamientos bélicos más sonados entre los dos imperios en expansión.

El lazo bicolor utilizado por Stalin y Putin

Los bolcheviques no eran fanáticos de la simbología zarista, pero Joseph Stalin adoptó la cinta en medallas conmemorativas de la Segunda Guerra Mundial, en especial, en la "Medalla por la Victoria sobre Alemania en la Gran Guerra Patria 1941-1945", que llevaba su perfil.

En la Rusia de Vladimir Putin, especialmente desde 2005, la cinta ha sido reutilizada como símbolo oficial del Día de la Victoria (que se celebra en Rusia el 9 de mayo), y más recientemente, como emblema del nacionalismo ruso y de la invasión a Ucrania.

Este símbolo de propaganda moderna y del expansionismo ruso fue ampliamente utilizado por los separatistas prorrusos en Ucrania en 2014 y por las tropas invasoras del 2022.

Esta cinta, que se ve por doquier en la fecha del 9 de mayo, es otro símbolo que los países bálticos, Europa Oriental y Ucrania rechazan abiertamente por su carga ideológica y propagandística actual.

Díaz-Canel en Moscú, vistiendo la cinta durante una entrevista con medios Russia Today y el programa Mesa Redonda de la Televisión Cubana.

Para Estonia, Letonia y Lituania lucirla en la solapa significa glorificar la ocupación soviética, en lugar de rendir homenaje a los caídos de la Segunda Guerra Mundial.

El parlamento de Lituania, en 2022, aprobó la prohibición de exhibir la cinta de San Jorge, símbolos soviéticos, así como las letras ‘Z’ y ‘V’, por considerarlos símbolos de regímenes autoritarios y de la invasión rusa de Ucrania.

Ese mismo año, en Estonia, se prohibió la exhibición de la cinta de San Jorge y otros símbolos asociados con la agresión rusa, imponiendo multas significativas por su uso público.

En Letonia también se ha prohibido el uso de la cinta en lugares públicos, especialmente en manifestaciones o festividades, debido a su asociación con la glorificación del totalitarismo y los regímenes de ocupación. Portarla puede acarrear multas o arrestos durante eventos conmemorativos.

La cinta en esas tres naciones está asociada a la ocupación soviética que data del verano de 1940, tras los acuerdos secretos del Pacto Ribbentro-Molotov firmados en agosto de 1939.

En junio de 1940, aprovechando que Europa estaba concentrada en la guerra contra la Alemania nazi, la URSS emitió un ultimátum a Estonia, Letonia y Lituania para forzar el ingreso de tropas soviéticas en sus territorios. Durante el verano, el Ejército Rojo ocupó los tres países, impuso gobiernos títeres y organizó elecciones fraudulentas que carecieron de legitimidad. En agosto de ese mismo año, los nuevos parlamentos, bajo control soviético, “solicitaron” la incorporación a la URSS, y Moscú aceptó de inmediato, anexando oficialmente a las tres repúblicas bálticas como parte de la Unión Soviética. El mismo guion que se vio en Crimea y las zonas del este de Ucrania.

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Por qué en Ucrania llaman "colorado" a la cinta de San Jorge

Desde el inicio de la agresión rusa en 2014, al lazo de San Jorge se le conoce en Ucrania, con un apodo cargado de desprecio: "la cinta de los colorados".

"koloradi"....como el insecto, representan una amenaza invasiva y destructiva.

El término "colorado" hace referencia al escarabajo de la patata (Leptinotarsa decemlineata), una plaga agrícola conocida por sus rayas anaranjadas y negras, similares a las de la cinta. En el lenguaje popular ucraniano, los separatistas prorrusos que adoptaron ese distintivo comenzaron a ser llamados "koloradi", sugiriendo que, como el insecto, representan una amenaza invasiva y destructiva.

El historiador Timothy Snyder, autor de Tierras de sangre, ha subrayado que símbolos como la cinta de San Jorge “han sido instrumentalizados por el Kremlin no solo para evocar la memoria de la victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial, sino para justificar guerras contemporáneas bajo el lenguaje del antifascismo”.

Cartel ucraniano sobre los "koloradi" prorusos.

La cinta, que fue símbolo oficial del Imperio ruso y posteriormente condecoración militar soviética, se convirtió en ícono de las milicias que tomaron edificios gubernamentales en el Donbás y fue omnipresente en los uniformes no oficiales durante la anexión de Crimea.

Para muchos ucranianos, portar esa cinta no es un gesto de recuerdo histórico, sino una manifestación de apoyo a la ocupación y a la narrativa imperial rusa. Como afirma el periodista ucraniano Vitaliy Portnikov: “El color negro y naranja ya no representan la victoria sobre el nazismo, sino la nueva guerra de Rusia contra Ucrania. Esa cinta no une el pasado y el presente, los distorsiona”.

Por ello, en Ucrania, el término "colorado" no solo ridiculiza el símbolo, sino que lo rechaza como parte de un proyecto hostil contra su soberanía.

Las autoridades de Kyiv, desde el 2017, decidieron que prohibían el portar la cinta, y esa es la ley. Su exhibición pública puede conllevar multas o arresto temporal, ya que se considera un símbolo de la ocupación rusa y de la agresión militar.

La vecina Moldavia en el 2022 prohibió la cinta de San Jorge, considerándola un símbolo de la agresión rusa. Las autoridades han impuesto multas a quienes la exhiben, incluyendo a personas mayores que la portan en memoria de sus antepasados.

Pero también en Alemania ocurre algo similar. En Berlín, las autoridades han prohibido la exhibición de la cinta de San Jorge durante las celebraciones del Día de la Victoria, junto con otros símbolos asociados con la Unión Soviética y la actual agresión rusa.

Para todas esas naciones, la cinta de San Jorge no es un símbolo de victoria, sino de dominación imperial y revisionismo histórico. Su uso es percibido como una provocación deliberada que contradice la memoria nacional y la soberanía recuperada tras el colapso de la URSS.

La prohibiciones de todas estas exrepúblicas soviéticas reflejan una postura firme contra la utilización de símbolos considerados como herramientas de propaganda y utilizados en acciones militares agresivas.